Luego de ser atendida por médicos del Hospital General ante la presunción de que su madre ebria la aplastó en la cama, una bebé indígena tarahumara de apenas dos meses fue turnada al DIF estatal, instancia que asumirá el presunto caso de omisión de cuidados generado el pasado sábado. Por fortuna la pequeña fue encontrada en buenas condiciones de salud.
Sobre el también indígena tarahumara de 17 años que el sábado por la mañana cayera del ferrocarril donde viajaba de trampa y perdiera el brazo izquierdo, el director del Hospital General Dr. José Socorro Portillo informó que también le fue amputada una pierna. El doblemente amputado dice no tener familia ni a nadie a quien recurrir.
Cabe señalar que tan solo el sábado, el área de urgencias del Hospital General atendió a tres indígenas lesionados, todos a consecuencia del consumo desmedido de alcohol. La bebé aplastada por su madre ebria, el amputado de brazo y pierna, así como otro joven más atropellado cuando circulaba a bordo de una bicicleta totalmente intoxicado esto a la altura de rancho el Porvenir carretera libre a Jiménez.